Bueno, lo prometido es deuda, publicamos la última parte del artículo que versa sobre los beneficios en el plano psicológico, un saludo.
Somos
conscientes que hay muchos más beneficios físicos que nos quedamos
en el tintero, pero sería prácticamente imposible mencionarlos
todos en este breve artículo.
Sin
duda, si algo diferencia a las artes marciales de otro tipo de
actividades es que no solo aportan beneficios físicos sino que
también, preparan al individuo para su desarrollo psíquico.
Las
actividades desarrolladas en un dojo
(lugar
de entrenamiento)
fomentan aspectos tan destacados como:
1-Autodisciplina y autocontrol.
Entendemos
la autodisciplina,
como “la
capacidad para fijar una meta realista o formular un plan y saber
cumplirlo”,
que requiere “saber
comprometerse con las promesas y los compromisos que hemos hecho,
y es el fundamento de muchas otras cualidades del carácter firme”.
La
autodisciplina requiere persistencia, compromiso y paciencia, que se
han de desarrollar progresivamente en los niños desde edades
tempranas. Aprender la autodisciplina, ayuda a regular el
comportamiento en niños con dificultades relacionadas con el
Trastorno por Déficit de Atención, con o sin Hiperactividad y otros
asociados, como el Antisocial o Negativista-Desafiante, pero también
en los casos de niños que presentan dificultades de aprendizaje.
Uno
de los principios centrales de todas las artes marciales es un
enfoque absoluto en la autodisciplina. La disciplina permite ayudar a
que el niño desarrolle el autocontrol
y una noción de límites, experimente las consecuencias de su
comportamiento y aprenda de sus errores. Los niños con una
formación en artes marciales, se les recuerda constantemente lo
esencial que es la autodisciplina y el autocontrol para progresar en
las clases.
2-
Potencia las habilidades sociales.
Las
habilidades sociales son un conjunto de capacidades que permiten el
desarrollo de un repertorio de acciones y conductas que hacen que las
personas se desenvuelvan eficazmente en lo social. Estas habilidades
son algo complejo ya que están formadas por un amplio abanico de
ideas, sentimientos, creencias y valores que son fruto del
aprendizaje y de la experiencia. Todo esto va a provocar una gran
influencia en las conductas y actitudes que tenga la persona en su
relación e interacción con los demás.
Usando
como vehículo las clases de Budo
Taijutsu-
Ninjutsu,
les
resulta más fácil conocer gente y hacer nuevos amigos teniendo
en cuenta que
están en una sala llena de compañeros que comparten un interés
común. Por otra parte, se
fomenta el compañerismo, ya que obliga a los niños a emparejarse y
desarrollar sus habilidades en conjunto. Los
alumnos tienen la oportunidad de quemar cualquier exceso de energía;
pueden conversar con otros niños y ser menos estresantes, debido a
la naturaleza de la actividad. Promueve la diversión positiva en
todos
los tipos de interacción deportiva.
3-Aprender a establecer y alcanzar metas
(Autosuperación).
Lograr
lo que deseamos y ver satisfechas nuestras necesidades proporciona
emociones positivas e incrementa el interés por superar nuevas
metas.
La
mayoría de las formas de artes marciales se basan en un sistema de
realización de cinturones de colores que indican el grado. Cuando su
hijo se esfuerza para lograr un nuevo grado, aprende que el trabajo
bien hecho y constante traerá consigo recompensas.
4-Aumento
de la Autoestima.
La
autoestima puede definirse como una combinación de sentirse valorado
y capaz. Los niños que se sienten bien con ellos mismos parecen
tener más facilidad para enfrentar conflictos y resistir las
presiones negativas. Sonríen con más frecuencia y disfrutan de la
vida. Estos niños son realistas y, por lo general, optimistas.
La
confianza viene con el rendimiento, por lo que el nivel de autoestima
de su hijo recibirá un impulso con cada nuevo movimiento o
nueva técnica
que domine,
ya
que existe
una interacción recíproca entre el aprendizaje de destrezas
motoras, la interacción social del grupo, las habilidades motoras y
la autoestima del aprendiz.
5-
Inculcar un sentido de respeto.
El
aprendizaje de cualquier estilo de artes marciales requerirá que su
hijo muestre a su instructor respeto inquebrantable. No
solo respeto al instructor, sino también respeto a la historia de
una actividad milenaria en el caso del Budo
Taijutsu- Ninjutsu,
a
los compañeros,
hacia otras culturas, hacia otras formas de pensar, otros
estilos de vida,
etc. En
las clases de Budo
Taijutsu_Ninjutsu,
se
apuesta por
educación disciplinada, con reglas de cortesía que deben cumplir
todos los alumnos, donde se exige respeto y atención.
6-
Fomentar resolución
no violenta de conflictos.
Las
resoluciones no violentas de conflictos se pueden aprender y aplicar
de manera constructiva a los desacuerdos a nivel personal,
comunitario o
entre
grupos. Para
los niños es importante entender que
los
conflictos son algo habitual en nuestro día a día, pero que la
violencia no es necesariamente el resultado de un conflicto.
La violencia es una respuesta aprendida y si la violencia se puede
aprender, existen otras respuestas posibles que también se pueden
aprender.
Pensar
que la enseñanza de artes marciales promueve conductas violentas se
justifica si su única experiencia con la actividad procede de la
televisión o el cine. De hecho, muchos estilos defensivos enseñan a
los niños, habilidades de resolución de conflictos no violentos,
pacíficos y hacen hincapié en la importancia de evitar una
confrontación o resolverla verbalmente.
7-
Aumenta la atención y concentración.
A
medida que los niños crecen, su capacidad
de atención
mejora, pero la concentración no es solo cosa de la edad, también
se puede aprender. Según
un estudio de del Instituto Universitario de Ciencias de la Actividad
Física y del Deporte de la Universidad Católica de Valencia San
Vicente Mártir (UCV) la
capacidad de atención aumenta entre un 15% y un 25% en
niños que practican algún deporte.
De la misma manera, los niños que realizaban menos ejercicio
cometían un 7% más de errores.
Para ejecutar técnicas, el niño debe escuchar con atención las
explicaciones de su instructor o
maestro. Además, el hecho de que ellos mismos puedan explicar las
técnicas expuestas a sus compañeros refuerza su autoestima y
refuerza la escucha y la atención.
8-
Desarrollo de habilidades
de trabajo
en equipo.
Se
fomenta
el aprendizaje de las reglas sociales, a que se supere el
individualismo y ayuda a quienes son más tímidos a que se abran a
los demás. El entrenamiento se realiza dentro de un grupo, hay pocas
cosas que su hijo pueda hacer en clase de artes marciales por su
cuenta. Los
alumnos descubren
la importancia de confiar en los demás y de que los demás confíen
en ellos.
Trabajar juntos para aprender cosas nuevas y lograr metas, es una
lección de vida importante que los niños valoran
y
aprenden.
9-Mejora
en otras áreas de la vida.
Los
beneficios de entrenamiento de artes marciales no terminan en el dojo
(lugar de entrenamiento). El aumento de la confianza, del nivel de
condición física y las nuevas habilidades de cooperación
adquiridas, también ayudarán a su hijo en otros aspectos, por
ejemplo, el académico y social, e influirán en su comportamiento en
casa.
A
pesar de todas esta ventajas hay que ser realista y ser
conscientes que la
práctica de cualquier actividad
física tiene asociados
unos riesgos o
desventajas
y las artes marciales no son una excepción.
En
primer lugar, hay que asegurarse de que el
instructor de artes marciales de su hijo, además de ser cinturón
negro, deba
haber recibido una formación como monitor, instructor o maestro,
haber obtenido una de las diferentes titulaciones de enseñanza
exigidas, o tener conocimientos reales sobre la materia a impartir,
la actividad deportiva y
por supuesto pedagógicas.
La
siguiente desventaja parece evidente, la posibilidad de que los
niños sufran alguna lesión, aunque las medidas de seguridad sean
siempre las máximas.
Por
último, que lleven lo aprendido más allá de las clases, aunque se
puede eliminar ese riesgo, si desde un primer momento se les educa
que lo aprendido en
clase, se queda en clase.
En
este breve artículo hemos tratado de exponer de una manera ordenada,
algunos de los principales beneficios de la práctica de artes
marciales en niños, pero no nos gustaría finalizar sin tratar si
quiera brevemente, las
edades recomendadas para que un niño empiece a practicar. La
mayor parte de los especialistas coinciden que desde los 4
a 14 años, sería la
edad ideal, aunque muchos
padres llevan a sus hijos desde que tienen la habilidad de caminar y
así puedan
desarrollar
más rápido su condición física y mental. Pero
este tema formará parte de un próximo artículo.
Raúl
Rodríguez Vinagre
Profesor
de Educación Secundaria IESO Valles de Gata (Extremadura)
Asociación
Deportiva Bujinkan Selena Dojo Extremadura
Número
de registro. CD3290